María Joaquina de Alvear y Sáenz de Quintanilla se propuso llevar un registro de la alcurnia de su familia y dejarlo todo prolijamente anotado desde los últimos años del siglo 19. En el libro, fechado el 23 de enero de 1877, incluyó una “Cronología de mis antepasados” donde anotó que José Francisco de San Martín era hijo del español Diego de Alvear habido de una indígena que sería Rosa Guarú, una joven guaraní que la historia oficial sólo ubica como su niñera.
Diego de Alvear llegó al Río de la Plata en 1774. Según esta vertiente de la historia, conoció a Rosa Guarú y concibieron al niño, que fue encomendado al gobernador de Yapeyú, Don Juan de San Martín, y a su esposa Gregoria.
A 160 años de la muerte del General San Martín, el historiador Hugo Chumbita destaca su trascendencia para el proyecto de la independencia continental, a la vez que advierte la importancia de que se pueda develar la verdadera identidad del prócer revolucionario.
“José de San Martín es el personaje trascendente en la Revolución de Mayo, que le da su pleno significado al proyecto de la independencia continental, consideró el investigador e historiador Hugo Chumbita, al cumplirse el 160 aniversario de la muerte del prócer.
Para Chumbita, este nuevo aniversario tiene que servir para “develar la verdadera identidad del general José de San Martín, porque creo insostenible seguir ignorando la tradición que dice que nació de madre india, así como la evidencia que lo ubica como hijo natural del brigadier Diego de Alvear”.
El historiador presentó evidencia para una nueva acción ante la Justicia a fin de que se realice la prueba de ADN que pueda zanjar la verdadera identidad del Libertador. “Hay grabaciones hechas por un secretario del ex presidente Marcelo de Alvear en las que relata que su familia era conciente de este dato, y se sentían orgullosos”.
Chumbita informó que “están depositadas muestras de ADN de Rosa Guarú, quien podría ser la madre, y de Alvear, ahora falta extraer una muestra de los restos de San Martín, que es donde hemos tropezado con dificultades”, por lo que se presentará una nueva acción ante la Justicia que podría fundamentar la identidad del Libertador como un mestizo americano.
En este bicentenario de la Primera Junta de gobierno “necesitamos recuperar la memoria de los patriotas de la primera hora, que no están pensando sólo en la autonomía del imperio español sino en una república que haga realidad los ideales universales de igualdad”, enfatizó Chumbita.
En opinión del historiador, “lo que se ha olvidado en la enseñanza oficial es ese carácter social de la revolución, que no es una guerra de ejércitos profesionales sino que se trata del pueblo en armas, como se puede definir a esa formación que San Martín, Manuel Belgrano, José de Artigas, Miguel de Güemes va a dotar de armas para liberarse”.
“Es lo que hoy tiene significado especial, cuando los países sudamericanos viven una etapa de importantes luchas por cambios profundos ante la dependencia de los nuevos poderes coloniales y por una redistribución de los frutos de la independencia prometidos hace 200 años y que todavía faltan consolidar”, precisó Chumbita, quien se desempeña como docente e investigador de la UBA y la Universidad Nacional de La Matanza.
“Los poderes transnacionales y las potencias de la guerra hoy representan el mismo papel que en otros tiempos jugaron los países colonialistas”, opinó y recordó que el Libertador arengaba: “La guerra la tenemos que hacer del modo que podamos. Si no tenemos dinero, carne y un pedazo de tabaco no nos han de faltar.
Cuando se acaben los vestuarios nos vestiremos con las bayetillas que trabajan nuestras mujeres, y sino andaremos en pelotas como nuestros paisanos los indios. Seamos libres, que lo demás no importa.”.
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